Este problema real, que afecta la población estadounidense, el gobierno de Joe Biden, debe buscarle una solución urgente.
Si bien es cierto, que los artículos de consumo masivo han aumentado en más de un 50 y hasta un 100%, en esa misma proporción deben ajustarse los salarios de los obreros para poder compensar la inflación que nos afecta.
Esto no es un invento, recorrimos grandes cadenas distribuidoras de alimentos, y observamos los precios del pasado año, y los comparamos con el actual, siendo una diferencia abismal.
Productos de consumo diario, como el agua, leche, aceite, huevos, embutidos y otros, han experimentado alzas que devoran los sueldos de los servidores públicos.
Los salarios, no obstante se han mantenido estancados en el estado de New York en 15 dólares por hora, mientras que New Jersey, resulta inferior, en apenas 13 dólares por hora.
A estos ajustes de precios, se agregan los altos precios de los combustibles, energía eléctrica, impuestos, medicinas, transporte e imprevistos de familiares que hay que resolver con rapidez, ya que no viven a nuestro lado.
Estamos viviendo, momentos difíciles que unidos a la falta de empleos, bien remunerados económicamente por el cierre de empresas e industrias, como consecuencia del coronavirus y el nuevo ingrediente de Ómicron, hace que nuestras vidas sea extremadamente difícil, y nos conduce a un estado de desesperanza, que agiliza y acorta nuestra existencia en este mundo terrenal.
Medio Digital Serie 47, sugiere al presidente Joe Biden, crear alternativas, que propicien una estabilidad económica, que permita la igualdad de beneficios en favor de todos los que vivimos en la nación más rica del Mundo.
Con una medida de igualdad para todos, la carga que pesa sobre los más pobres, será menos pesada, y el gobierno se evitará hechos de protestas y violencia, que generen heridos y muertes que atenten contra la paz ciudadana y el orden público.
La advertencia está hecha. “Guerra avisada no mata soldado, y si lo mata es por descuido”.