En muchos entornos de la sociedad se le enseña a las personas a obtener el máximo puntaje, como una muestra de la perfección que se debería alcanzar.
Esta lógica de pensamiento solo incentiva miedo, desconfianza, timidez y otro tipo de sensaciones que se van creando… Si se falla o fracasa en un aspecto entonces se cae todo…
Pero poco a poco, esas ideas de la perfección se ha ido derrumbando porque la gran mayoria de las personas han entendido que no es cuestión de buscar la integridad o completitud a expensas de las expectativas… de los demás o de nosotros mismos.
«Se acabo competir para llenar egos ajenos , si no para llenar las alegrías propias».
Aquí es donde entra la valentía a barrer esas otras modalidades que han sido establecidas casi como métodos.
La valentía es una forma más humana de enseñar, de interactuar, de aprender, de accionar.
La valentía nos permite abrirnos, y sin miedo, hacer una consulta, dar un comentario, una idea, mostrarle a los demás que se está luchando por crear mejores versiones… pero sin control ni fuerza.
Dicha confianza es la valoración de si no llegas a la meta no juzgar, no acusar, si no levantar y apoyar.
La diferencia radica en un aprendizaje de codificación y descodificación, es decir, un proceso de pulir y subir, de encontrar las basurrillas y barrerlas, de IR limpiando (en presente continuo), de enfrentarnos a personajes internos…
Todo esto es: valorarnos y sentirnos amados, no por “nuestra” perfección que NO existe, sino por nuestra valentía de ver nuestras imperfecciones de superación y búsqueda de mejores métodos para sobrevivir y continuar.
No me digas que no puedes , no me digas que no sabes , no me digas que mis otras chicas son tan cual , DIME yo puedo , yo voy aprender , yo estaré ahi para ser guiada. No olvides que yo tampoco sabía y me puse valiente y aqui estoy.
amo leerte