La crianza de los hijos nos regala muchos momentos de alegría que en ocasiones se inicia desde el momento en que se confirma el embarazo; esto sería lo ideal! Después llegado el nacimiento comienza una inmensa responsabilidad que consiste básicamente en saber cómo apoyar el crecimiento integral de esa personita: lo espiritual, emocional, físico,social etc.
Siendo lo anterior un porcentaje decisivo en el fracaso o éxito de la vida de ese hijo o hija.
Tengo la firme creencia de que cuanto más les aportemos cuando ellos estén pequeños, tendremos mayor descanso para las siguientes etapas; aunque reconozco que en crianza no siempre 2 y 2 son 4.
Ahora bien vamos a reflexionar sobre algunas preguntas:
¿Qué tan preparados estamos para desarrollar ese rol?
Estamos de acuerdo mi pareja y yo en el manejo de la disciplina?
¿Poseemos los conocimientos necesarios de acuerdo a la etapa del crecimiento?
¿Qué estilo de crianza usamos?
Estoy estable y sano emocional y mentalmente para brindarle lo mejor a ellos?
¿Soy un buen modelo?
Realizó lecturas, hago cursos, veo videos, asisto a talleres, conferencias…?
Estoy abierto a buscar ayuda o escuchar orientaciones de personas preparadas?
¿Manejo el tema de jerarquía y demás en el seno de una familia? ¿Puedo describir fácilmente las características de una familia saludable?
Cómo maestra,supervisora y directora de centros educativos privado y terapeuta familiar durante más de 25 años he visto con dolor que en múltiples ocasiones a los padres se les ofrece recursos a través de charlas, reuniones e informaciones que le pueden ser de mucha ayuda y de verdad que algunos NO le dan la importancia necesaria, casi no se integran en las actividades de la escuela de sus hijos y esos recursos están ahí disponibles, muchas veces gratuitos, que forman parte de las demandas del Ministerio de Educación: desarrollar y ofrecer programas a través de las escuelas de padres.
Existen casos específicos donde los padres rechazan de plano observaciones provenientes de maestros o directores.
En ocasiones son las iglesias u otras instituciones las que comparten temas importantes para la familia:
¿Cuál es nuestra participación?
¿Lo valoramos?
¿Lo ponemos en práctica en la casa?
Pensemos en la inmensa cantidad de recursos de ayuda con la que contamos en este tiempo y estemos abiertos a aprender para hacer nuestro papel con excelencia.
Si necesitas ayuda NO te niegues a buscarla.
Recibiremos así el trofeo tan anhelado: Criar hijos que estén preparados y equilibrados para la vida.
Carmen Pimentel Mtr.