“Lo que está por delante de nosotros y por detrás de nosotros son tan sólo pequeñeces comparado con lo que hay dentro de nosotros”
Ralph Waldo Emerson
Definamos dos palabras claves: pilar y autoestima.
Un pilar se refiere a un elemento arquitectónico de soporte, también nos hace referencia a una base.
La autoestima es el aprecio o valoración que uno tiene de sí mismo; entonces estamos afirmando que apreciarse y valorarse es el soporte y la base para nuestros hijos.
Sabemos que la autoestima de una persona empieza a formarse desde que es bebé.
¿Cómo construyen esos pilares? influye la herencia, ambiente, valores, creencias, experiencias afectivas, vínculo de apego con los padres y la socialización.
En qué espacio se desarrollan los anteriores factores?
En la familia y en la escuela básicamente.
La familia es el principal núcleo donde se mueve el niño, ahí es donde debe sentirse amado y aceptado.
Cuidemos los estilos de crianza tanto el permisivo como el autoritario son dañinos.
Otro aspecto súper importante es lo que le decimos, nuestro lenguaje puede marcarlos.
La autoestima del niño depende en gran medida de lo que oye. El ambiente familiar deberá estar cargado de calidez, afectividad y apoyo emocional.
Evitemos las comparaciones así propiciamos una autoestima equilibrada.
En la escuela, los educadores deben tener un manejo adecuado, resaltar logros, evitar comentarios despectivos y humillaciones, crear ambiente de respeto entre los compañeros, conocer la característica de la etapa del desarrollo de sus alumnos es de alto valor.
Tanto a padres como a los maestros les recomendamos trabajar en ellos mismos para tener una autoestima saludable.
El tópico que estamos abordando es de relevante importancia ya que determinará las elecciones, proyectos, comportamientos y metas en la vida adulta de nuestros hijos.
Vamos a brindarles una percepción positiva de sí mismos! +
Carmen Pimentel Mtr