A pesar de toda la lluvia que acumula esta exuberante región del país, más que cualquier ciudad importante de los EE. UU., aquí ha habido una sequía generalizada tan insaciable como intangible.
Los Marineros de Seattle, que en sus mejores días pueden ser el espectáculo más codiciado y amado de la ciudad, han anhelado regresar a ese escenario de élite, pero la sequía ha lastrado esas ambiciones, especialmente porque se prolongó durante más de dos décadas:
El mánager Scott Servais dice que piensa en la sequía todos los días, pero reconoce que viene con el territorio, un subproducto de 21 largos años que se filtra en la estructura de una organización hasta el punto en que se arraiga en su identidad.
Y ahora, la sequía ha terminado. Gracias a un jonrón como emergente del cátcher Cal Raleigh en la victoria del viernes por score de 2-1 sobre los Atléticos de Oakland, un reinado está en marcha en Seattle y, finalmente, ha terminado el vacío de playoffs activo más largo en los deportes profesionales de América del Norte. Los Marineros, por fin, se dirigen a la postemporada.
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Seattle, que comenzó el día con un número mágico de uno, se aseguró un puesto como comodín de la Liga Americana con su emocionante victoria en T-Mobile Park. Jugarán en octubre por vez primera desde 2001 cuando ganaron 116 juegos, por 46 derrotas: