Tras una temporada regular dominante en la que se coronaron como primer clasificado de la Conferencia Este, los Bucks viven ahora tiempos de incertidumbre y no pocas dosis de nerviosismo.
Perder el primer partido de la serie ante Miami Heat era una posibilidad, pero más allá de ese golpe, dolió en mayor medida la caída de Giannis Antetokounmpo, quien no pudo aportar demasiado en el Game 1 al lastimarse la espalda al darse un importante porrazo contra el suelo. Tales imágenes dolieron a los espectadores y a los de Wisconsin, quienes desde entonces no saben si su estrella podrá estar en el segundo partido ante los de Florida.
La realidad es que Miami ha catalogado oficialmente al griego como duda. Ayer no pudo entrenar, pero ello no quiere decir que no juegue. El propio Mike Budenholzer, su entrenador, deja claro que está trabajando y progresando con la intención de llegar a tan crucial partido.
«Tenemos más de 24 horas antes del partido. Recibirá tratamiento y veremos cómo se siente. Ha habido mucho progreso y espero que haya más en los próximos días», comenta con optimismo.Ñ
Más allá de lo que se hable, lo que realmente determinará si está finalmente sobre el parqué serán sus sensaciones. The Greek Freak probará antes del Game 2 y será entonces cuando se tome una decisión definitiva.
«Serán las cosas cotidianas las que le digan lo que puede hacer. Ya en la cancha… muévete un poco, dispara un poco, haz algunas acciones defensivas y prepárate para un partido de baloncesto. Veremos cómo está al día siguiente», sentencia Budenholzer.