El presidente Luis Abinader y su Partido Revolucionario Moderno, PRM, cumplirán el próximo martes 16 de agosto, sus dos primeros años, al frente de la administración pública dominicana.
Sería una imprudencia de nuestra parte, obviar los logros alcanzados por el mandatario.
Desde que asumió las riendas de dirigir el país, en medio de la espantosa y mortal pandemia del coronavirus y el saqueo económico de autoridades y funcionarios de la pasada administración gubernamental, ha dado muestras visibles de honestidad, trabajo, responsabilidad e independencia al Ministerio Público.
No obstante, no debemos desmayar, hay que seguir abogando por los cambios prometidos, que sobre todo en el exterior, no se han podido lograr.
Entre estos, hay que recordar la promesa del gobierno, de poner a disposición de los criollos en el exterior, una línea aérea, para que los dominicanos puedan viajar a sus país, con pasajes a bajos costos económicos y buen trato.
Los altos impuestos para viajar a República Dominicana, dificultan que anualmente millones de nacionales, visiten mínimamente una vez al año, su país de origen.
Esta situación, aunque el gobierno no la admita, limita a los criollos hacer turismo en su país, dejándome de percibir millones de dólares y euros, que activarían aún más y dinamizarian la economía nacional, incrementando los empleos, mejorando la calidad de vida y reduciendo las acciones delictivas en el país.
Otras de las promesas incumplidas, son las mudanzas del Exterior, y llevar un carro a la nación caribeña, al menos con 10 años de uso.
Los diputados de ultramar, están dormidos en sus laureles, a pesar de sus ofrecimientos de campaña. Estas son dos, de las más apetecibles propuestas, que a dos años de gobierno, ni siquiera se mencionan por parte de dichos legisladores.
Demás, está por recordar, que los congresistas de ultramar, carecen de oficinas operativas en la circunscripción número uno, dónde fueron electos.
Con estos legisladores, no hay formas de poder comunicarse.
Es indudable, que los dominicanos en el exterior, hemos tenido reducidos logros, por lo que no debemos dejarnos doblar el pulso, de quienes nos representan como gobierno tanto en el país, cómo en el exterior.
Debemos continuar nuestra lucha por las promesas incumplidas, que nos hicieron, incluyendo la de política, de dar espacios de trabajo a los miles de olvidados Perremeistas, que a dos años del Gobierno, aún esperan por un empleo.
El gobierno, autoridades y funcionarios, tienen dos alternativas, cumplen con su deber, o en el 2024 se van.