Por Erick Estrella
New York.- El Año 2021 nos golpeó físicamente con la pandemia del coronavirus, llevándose a millones de seres humanos en todo el universo.
El Covid-19, transformó el estilo tradicional de vida, empujando a la población del mundo al uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento social, al uso frecuente de jabón y alcohol.
Esta mortal pandemia, provocó también el cierre de innumerables empresas, e industrias, generando un desempleo, que en cierto modo desestabilizó la economía mundial, originando pánico.
Las amenazas no se han detenido, a pesar de los grandes esfuerzos de las grandes naciones de la tierra.
Ahora, aparece Omicron, que pone en grave riesgo a todos aquellos que por convicción o temor, a la fecha se resisten a vacunarse.
A pesar de la descripción de este panorama sombrío, el año 2022, que felizmente se acerca, nos indica que tenemos que levantarnos y superar los momentos difíciles que hemos vivido con las pérdidas de familiares, amigos y relacionados.
Se acerca el momento de inclinar nuestras cabezas y nuestros ojos mirando al cielo, y pedir a Dios que nos dé salud, fortaleza y sabiduría para seguir adelante con nuestro gran y único proyecto…La Vida.
Es momento de dejar atrás los lamentos, llantos y tristezas.
Tenemos que volver a reír y trabajar por un mundo más sensible y humano, demostrando que todo es posible cuando tenemos a Dios cómo guía.
No perdamos tiempo, hagamos pues nuestra agenda, para poner en orden numérico muestras prioridades.
Trabajemos con fe, esperanza y entusiasmo, ya que todos unidos lograremos volver a tener el universo que deseamos.
Que Dios nos acompañe a ser posible de un mundo mejor a partir de este 2022.