En el año 2006 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ratificó en un informe que la violencia de género tiene consecuencias en la salud física reproductiva mental y psicológica de las víctimas.
Entre las consecuencias de la salud física además de las posibles lesiones al cuerpo pueden presentar dolores de cabeza Dolores gastrointestinales, hipertensión, dolores corporales crónicos…Cuándo de violencia sexual se trata puede manifestar dolores pélvicos infecciones vaginales e infecciones de transmisión sexual.
Dentro de los daños psicológicos más comunes se incluyen miedo, pérdida de autoestima, sentimiento de culpa, vergüenza, pérdida de la esperanza… El sometimiento a estrés crónico por largo tiempo traerá además daños a nivel mental como por ejemplo la depresión, ansiedad, tristezas profundas, ideas suicidas, anhedonia o pérdida de interés por actividades gratificantes, retraimiento, irritabilidad, dificultad para concentrarse y problemas de la memoria.
Además de los daños físicos, psicológicos y sexuales en algunos casos puede desarrollar trastornos de índoles psíquicos como el trastorno de estrés postraumático, síndrome de Estocolmo doméstico y la indefensión aprendida.Todo lo anterior nos explica que para la mujer salir de una situación de maltrato debe afrontar un proceso complejo! ¡Evitemos juzgarla o señalarla!Proceso que incluye una serie de barreras que van a impedir o dificultar su salida de la situación y esto sin llegar a mencionar las barreras judiciales, la falta de apoyo de sus redes cercanas como la familia, a la iglesia y los amigos.
Por tanto las mujeres que continúan en este tipo de relación no es debido a que aceptan la violencia o se adaptan o a una actitud pasiva sino, a todos los factores que deben sobrepasar para lograr esa salida.
Carmen Pimentel Mtr.11/20/ 2022