El consumo de sustancias prohibidas propició que el boxeador Julio César Chávez Carrasco tuviera que ser recluido durante varios meses en un centro de rehabilitación, donde vivió episodios muy incomodos que lo hicieron reflexionar para tratar de rehabilitarse.
Durante una entrevista concedida para ZMG Sports, el boxeador sinaloense rememora cómo durante su encierro le fueron privadas todos los lujos con los que estaba acostumbrado a vivir.
“No fue grato estar en un lugar durante un año en el que tenías que dormir en el piso, peleándome con todo el mundo, haciendo del baño juntos”, recordó.
Así mismo, Chávez Carrasco confesó que llegó a pensar en que al abandonar la clínica donde permanecía aislado se convertiría en un peor ser humano.
“Tenía que aprender, en un momento dije de coraje: ‘cuando salga voy a ser peor’, pero no, soy de las personas que intenta que todo sirva para bien, que sirva para que me dé más hambre. Me di cuenta que si bien no estaba muy loco, hay gente que está peor. Para ser deportista no lo estaba haciendo muy bien y estaba perdiendo mis orígenes”, indicó.
El hijo del “César del Boxeo” también aclaró que la razón por la cual fue anexado se debió al consumo de pastillas para bajar de peso y a las bebidas embriagantes.
“No sé si sepan que el boxeador tiene traumas para bajar de peso… Pues me ayudaba mucho en un principio este medicamento, pero después se convirtió en un problema, Con la cerveza te quitaba lo tímido, pero después te afecta. Espero que lo que estoy haciendo me traiga beneficios”, subrayó.
Una vez superado uno de los más complicados capítulos de su vida, Julio César Chávez Jr. ahora se enfoca en entrenar al máximo para ofrecer una buena actuación.