Solo dos años después de la esperanzadora aparición en las Finales del Este, los Atlanta Hawks encaran un verano repleto de incertidumbre y potenciales cambios estructurales. Un lugar en el ‘play-in’ la pasada temporada llevó a una contundente derrota en primera ronda a manos de los Miami Heat, lo que provocó un importante cambio en las oficinas principales y, posteriormente, la llegada de Quin Snyder como reemplazo de Nate McMillan.
Ahora, los de Georgia se medirán nuevamente a los Heat por un puesto en los playoffs, con el futuro de la franquicia en juego. De acuerdo con una información procedente del periodista de The Ringer, Kevin O’Connor, las oficinas principales de Atlanta han recibido luz verde por parte de los propietarios para acometer todos los cambios de la plantilla que crean necesarios, incluido la posibilidad de traspasar a Trae Young si la oferta recibida satisface las exigencias comerciales.
Esto no debería ser una verdadera sorpresa considerando lo que ha sucedido a lo largo de la temporada. En marzo, el propietario de los Hawks, Tony Ressler, le dijo a Jeff Schultz, de The Athletic, que no cerraría las puertas a la salida de ningún jugador. Meses antes, Shams Charania y Sam Amick informaron sobre las crecientes tensiones entre Young y ya el antiguo entrenador Nate McMillan, lo que llevó a realizar diversas reuniones internas y a cuestionar el liderazgo del base. Cabe destacar que, según las fuentes, los jugadores se pusieron del lado del entrenador en esta disputa.