Immanuel Quickley ha terminado la liga regular como uno de los grandes favoritos, si no el gran favorito, para ser elegido Mejor Sexto Hombre, y no puede decirse que sin motivos. El de los Knicks ha ido creciendo con el paso de la temporada y ha acabado siendo un factor clave en el éxito de los neoyorquinos, terminando de consolidarse como una pieza de mucho valor tras unos dos prometedores primeros años en la NBA. Sin embargo, su candidatura para el premio es un tanto particular y permite abrir un debate interesante con respecto a la consideración del sexto hombre.
Quickley empezó a sonar con verdadera fuerza en lo referente a este premio tras el parón del All-Star, momento en que su rendimiento repuntó de forma notable. Si bien ya firmó grandes actuaciones antes, alcanzó a partir de este momento una mayor consistencia y cerró la liga regular a un nivel excelso, promediando en sus últimos 22 partidos un total de 21 puntos y 4,2 asistencias. Pero también jugando la mitad de ellos como titular.
Dos candidatos y medio
Desde que Westbrook salió de la conversación por su traspaso a los Clippers y su cambio de rol, la competición por ser Mejor Sexto Hombre parece centrada casi exclusivamente en Quickley y Malcolm Brogdon, con Bobby Portis tratando de emerger como tercero en discordia pero sin terminar de conseguir tanto ruido a su alrededor. De entre ellos, Immanuel es quien ha terminado la temporada como máximo anotador y como máximo asistente con 14,9 puntos y 3,9 asistencias por partido, pero no es sin embargo quien más anota ni quien más asiste cuando sale desde el banquillo.
Y es que, si eliminamos los duelos en los que los tres candidatos han sido titulares y medimos a los aspirantes a Mejor Sexto Hombre solo por su contribución cuando son suplentes, el de los Knicks no sale tan bien parado. Tomando este baremo, terminaría como tercero en anotación (12,3) y segundo en asistencias (2,9), de modo que su candidatura se antojaría menos llamativa. La cuestión es, ¿hasta qué punto es justo hacer esto?
Asumir galones: ¿parte del trabajo?
Quede claro en este punto que la última intención de este artículo es menospreciar la candidatura de Quickley a este premio (no te enfades conmigo, Jorge). Es más, en cierta medida podría decirse que este dato refuerza dicha candidatura, pues al fin y al cabo ha sido el único sexto hombre al que se le ha requerido que dé un paso adelante cuando uno de los cinco primeros hombres faltaba.
Bobby Portis nunca ha tenido que ejercer de Giannis Antetokounmpo cuando ha ocupado su posición en el quinteto titular; son otros los que han asumido el rol de líder del equipo. Brogdon ha tenido grandísimas actuaciones, pero nunca ha terminado de tener que echarse a la espalda a un equipo tan completo como estos Celtics. Sin embargo, cuando Jalen Brunson empezó a ser baja en el tramo final del curso, los Knicks miraron, además de a Randle, a Quickley. Y Quickley respondió.