Imprevisto revolcón de los Sixers a los Celtics para empezar a dar un vuelco a la historia, esa maldita que les persigue con esos más de 20 años sin pasar de las Semifinales de Conferencia. La podían palpar, la podían sentir, sin Joel Embiid en el primer partido -lesionado de nuevo llegado el momento de la verdad-, en el monumental TD Garden ante los imponentes y completos Celtics, tan fuertes como colectivos que no se distinguen nombres por mucho Jaylen Brown y Jayson Tatum. Pero he aquí que se aplicó James Harden para cumplir su parte y la de su compañero, retrocediendo en el tiempo -exactamente 8 años-, para clavar unos colosales 45 puntos para hacer creer a los muchos incrédulos de ‘Philly’ (115-119).
“Sólo somos un equipo resiliente. Tuvimos la confianza de salir ahí y ganar incluso sin Joel Embiid. Lo hemos estado haciendo todo el año”, reflexionaba la ‘Barba’, que, espantando de un grito conmovedor las dudas sobre su fiabilidad como ejecutor el día que también tenía que asumir los puntos de Embiid, disparó y disparó a Boston con un 17/30 en tiros de campo, un devastador 7/14 en triples, llegándole las fuerzas para repartir también 6 asistencias en una noche en la que igualó la mejor actuación de su vida en unos playoffs, que databa de 2015.
Al Horford, finalizó el encuentro con 11 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 3 lances bloqueados, +18 de valoración.