Estados Unidos es sinónimo del mejor béisbol del mundo gracias a las Grandes Ligas (MLB). Sin embargo, en la discusión yace el nombre de Japón, un país que se ha encargado de construir guerreros que día con día catapultan a su territorio en lo más alto del ‘Rey de los Deportes’ como una verdadera potencia.
Tierra de peloteros de primer nivel, está ganándose a pulso un lugar entre los dos países de mayor trascendencia en el diamante; prueba de ello, es lo acontecido en el Clásico Mundial de Béisbol (WBC), donde la Selección de Japón le probó a todos que su desarrollo no es una casualidad.
Japón: el Rey de mil coronas
Los nipones fueron capaces de arrasar con la quinta edición del WBC de manera invicta venciendo en la gran final al campeón defensor Estados Unidos; un partido repleto de super estrellas por parte de ambos países, quienes le regalaron al público de Miami una noche para la historia.
De la mano de un encendido Shohei Ohtani, Japón neutralizó la condición de local de los norteamericanos bajo la capitanía de su compañero de Los Ángeles Angels, Mike Trout, a quien le propinó el ponche del título en un cierre perfecto para incrementar el legado del país como el máximo ganador del torneo con tres coronas.
En su recorrido, los dirigidos por Hideki Kuriyama hicieron valer su papel como uno de los tres favoritos del campeonato, pues no tuvieron mayores problemas para comandar el Grupo B con cuatro triunfos, imponiéndose 8-1 a China, 13-4 a Corea del Sur, 10-2 a República Checa y 7-1 a Australia. En tanto, en la fase de eliminación dejaron en el camino a Italia (9-3) en cuartos, México (6-5) en semifinales y Estados Unidos (3-2) en último compromiso.
Con ello, Japón logró igualar la marca perfecta de siete victorias en una sola edición con República Dominicana (2017), además de liderar el WBC en cuanto a carreras anotadas (56) y ser de las mejores defensivas en la fase final (10 permitidas); confirmando así el tremendo talento con el que cuenta esta generación para colocar su tercer cetro (2006, 2009 y 2023) en sus vitrinas.
¿En el trono del béisbol?
Ya pasó casi más de un mes desde la consecución de la corona nipona, y la discusión comenzó a volcarse sobre si el béisbol de Japón ya superó al de los Estados Unidos ante el enfrentamiento directo entre ambos países en el partido y en el escenario más importante de todos.
A pesar de que la respuesta para algunos sea un contundente no o para otros sea un si argumentado, lo que nadie puede dejar de lado es la enorme trascendencia que Japón ha tenido desde hace un largo periodo para desarrollar jugadores extraordinarios no solo dentro de su liga local, sino en la propia MLB.
El caso más importante es el del mejor beisbolista del planeta, Shohei Ohtani, siendo el rostro del deporte japonés y de toda La Gran Carpa. Un pelotero nunca antes visto desde Babe Ruth, sus cualidades para fungir la doble labor como lanzador y como bombardero son exhorbitantes; tanto que así lo ha dejado en claro desde su debut como ligamayorista en 2018 y ahora en su participación en el WBC donde se consagró como el Jugador Más Valioso.
Junto a él, se suman los nombres de Masataka Yoshida, quien se volvió una sensación para su país y que le valió para ser llamado por los Boston Red Sox en su primera campaña dentro de las Mayores, Munetaka Murakami, Kazuma Okamoto y el joven lanzador Roki Sazaki; que a pesar de no contar con tantos representantes al año como lo hace Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica, la calidad de los pocos que hay, es innegable.