Tanto en lo humano como en lo espiritual los padres tienen una gran autoridad sobre los hijos. La relación padres/hijos es primaria, se da desde antes del momento del nacimiento.
Antes de entrar en contacto con otras personas, escuela, amigos, empleos… Pasaron muchos años contigo: Papa/Mama
Las acciones, el ejemplo, los afectos y las palabras desarrollará un ser humano saludable física, espiritual y emocionalmente, seguro o desconfiado, respetuoso o irrespetuoso, moral o inmoral, débil o fuerte…
De todas las anteriormente mencionadas quiero centrarme en el poder de las palabras; y te pregunto: ¿Qué le dices a tus hijos? Palabras positivas? Palabras negativas ?
Hablar siempre palabras negativas, desanima y desalienta y harán que sus hijos pierdan el valor propio.
Al hablar con ellos deberemos ser asertivos y eficaces. (No hirientes).
Aspectos a tener en cuenta son:
Ser oportunos, no avergonzarlos, dar ejemplo de diálogos no ofensivos, que no les provoque enojo, firmes, compasivos, tono sereno, un tema a la vez, elogia , anima, inspira, motiva!
El objetivo principal de nuestras palabras debe ser de motivación. Piensa: Cuándo fue la última vez que felicitaste o aplaudiste a tu hijo por una buena actitud o un buen comportamiento ?
Te puedo asegurar que con nuestras palabras decidimos el rumbo de la vida de ellos, afectando su futuro.
Al usar palabras positivas los marcas para siempre!
Así se formará un concepto positivo de sí mismo.
Carmen Pimentel Mtr
2/18/2022