La asociación americana de psicología (APA, por sus siglas en inglés) define el trauma como “una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente una violación o un desastre natural”.Hace muchos años y defino un trauma como un “evento que marca de forma drástica y negativa la vida de una persona”.
Un trauma puede considerarse una herida emocional se produce generalmente por situaciones extraordinarias, abrumadoras, perturbadoras que escapan a las situaciones usuales de vida.
Un trauma sobre todo producido en la niñez puede tener efectos prolongados en el bienestar de una persona llegando a convertirse en un trastorno de salud mental llamado trastorno de estrés postraumático.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone una categoría de los trastornos provocados por estrés y trauma lo que incluye trastornos de estrés postraumático agudo y crónico.En realidad, todo trauma psicológico es el resultado de las situaciones que vivimos, el significado y tratamiento que le conferimos.
Esto significa que aunque estamos expuestos en mayor o en menor medida a sufrir traumas que nos dejen heridas igual podemos sanar o al menos manejarlos si así nos lo proponemos.Iniciemos ahora hablar de trauma psicológico con “T” mayúscula y con “t” minúscula¿Habías antes oído hablar de esto? Tu respuesta podría ser sí o no.
Si fue un sí es probable que amplíes lo que habías escuchado y si fue uno tendrás informaciones acerca de este interesante tema.Cuando pensamos en traumas psicológicos podríamos imaginar experiencias límites o extraordinarias estas son precisamente los traumas con “T” mayúscula, acontecimientos inesperados y con un gran impacto emocional pueden dejar recursos para afrontarlos.
Sin embargo, están los traumas con “t” minúscula, que son más comunes y pudieran inclusive llegar a ser más peligrosos ya que en ocasiones no somos capaces de identificarlos. Éstos son los traumas causados por exposiciones repetidas acoté acontecimientos que terminan dañando los recursos con lo que cortamos para afrontarlo como pérdidas múltiples, violencia doméstica, situaciones de humillación y sufrimiento se trata de traumas acumulativos.
Es vital que no subestimemos los traumas con “t” ya que su mecanismo de acción es más sutil pero su efecto puede causar mucho daño. En el hospital general de Changi, en Singapur, realizaron una investigación: Durante 9 meses con más de 3000 personas que habían sufrido accidentes de transporte terrestre, comprobando que la mitad de ellos habían desarrollado algún trastorno psicológico a raíz de esos accidentes.
Basta con que un acontecimiento rompa nuestro equilibrio psicológico para que se genere un trauma psíquico. Sucede que aunque seamos conscientes de que el peligro ha quedado atrás, no logramos despojarnos de las emociones negativas y la sensación de malestar que generó.
Si se te hace difícil reconocer si estás sufriendo un trauma, aquí te dejo algunos síntomas comunes, aunque cada persona reacciona de manera diferente.
Pesadillas Ansiedad Irritabilidad Nerviosismo Anestesia emocional (desconexión de las emociones)Indefensión aprendida Culpa y vergüenza Miedo Síntomas psicosomáticos…El propósito de este artículo es qué sea que hayas vivido un trauma con “T” mayúscula o con “t” minúscula, llenar tu mochila de amargura, resentimiento, tristeza, dolor no será de mucha utilidad y más bien la sugerencia es a buscar herramientas que te ayuden a solucionar o enfrentar las situaciones difíciles para que el trauma no se convierta en una experiencia que te impida vivir.
Y peor: afectar o dañar a quienes no son responsables de lo que has vivido y están cerca de ti. Bríndate la oportunidad de trabajar con un profesional para superar un trauma, no es sencillo, ¡pero si posible!