En cuanto a los otros ejecutivos Nixalys Espinal y Rafael Díaz hacen siempre mención para resolver, que solo Dios lo sabe y que ellos están en espera de un supuesto dinero que gestionan desde 2022 y que jamás ha llegado, “está a la vuelta de la esquina”, «No se desesperen, que vamos a saldar deudas», entre otros comentarios.
Indiscutiblemente la revelación de la deuda con los coaches, hosts y la productora general, así como también de los ganadores de ambas temporadas ha sido contundente para sacar a la luz todo lo qué pasó y pasa en The Voice Dominicana y es posible que ayude a solventar de manera positiva para ellos, pero los que están del otro lado, los técnicos, maquillistas, empresas de catering, transporte, productores, creadores de contenido, profesionales de la comunicación, profesionales del diseño, asesores de imagen, agencia de redes sociales, suplidores de equipos como pantallas, sonido, luces, en fin, todo lo que hace el show posible, no la tienen fácil, debido a que por no ser figuras su trato ha sido muy distinto y con menos tacto por parte de los ejecutivos.
Estratégicamente y sin conocimiento del equipo, el señor Nina comenzó la segunda temporada sin apoyo del socio de la primera Ramón Rodríguez quien se desvinculó legalmente de lo que pasara en esta nueva etapa.
Sin embargo, los créditos que salían en cada programa cada domingo lo mencionan como productor ejecutivo y los contratos, a los que los que se lo hicieron, aparecían con el nombre de ambos socios.
Es por esto que el equipo estaba ajeno a esa disolución de sociedad que ahora mismo genera confusión ya que recientemente es que se enteran de esta irregularidad. Los pagos se hacían en ocasiones por transferencias y en otras en efectivo, hasta el punto que no se pagó más.
La segunda ganadora tampoco ha recibido su premio metálico, haciendo público esto desde el mismo día que comenzaron los incumplimientos y dejando claro que esto ha afectado su salud y evidentemente sus finanzas por el compromiso adquirido en virtud de la promesa jamás cumplida por parte de los ejecutivos.
Sabiendo que existe la posibilidad de lanzar un nuevo The Voice versión kids, el llamado es a que antes que eso pase a todos se les haga su pago justo por su trabajo.