Ciudad ecuatoriana es declarada en estado de emergencia en medio de dramático aumento de atentados pandilleros
El asediado presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró un cuarto estado de emergencia en la ciudad de Guayaquil, sacudida por la violencia, después de que un atentado mortal con bomba mató al menos a cinco personas e hirió a 17.
El ministro del Interior de Ecuador, Patricio Carrillo, calificó la explosión del domingo como una “declaración de guerra al Estado” por parte del crimen organizado en la ciudad más grande del país y ha sido catalogada como un acto terrorista. Las fuerzas de seguridad se movilizarán durante un mes y se les permitirá realizar inspecciones domiciliarias.
Imágenes de la escena mostraban fachadas de casas arrancadas y autos manchados de sangre con los vidrios reventados en el barrio obrero Cristo de Consuelo. Ocho casas y dos autos fueron destruidos en la explosión de la madrugada, según las autoridades.
El ataque con bomba marca una escalada dramática en las tácticas violentas utilizadas por las bandas criminales en la ciudad más grande de Ecuador, que ha visto un aumento exponencial de asesinatos a medida que las bandas rivales luchan por el dominio de las rutas de tráfico de cocaína a Europa y Estados Unidos.
Enclavado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, Ecuador ha experimentado niveles impactantes de violencia, incluidos cuerpos decapitados colgados de puentes peatonales y seis brutales masacres en prisiones en las que han muerto casi 400 reclusos desde febrero de 2021.
Desde el decreto se han realizado 11 allanamientos en la ciudad y cinco personas han sido detenidas, dijo Carrillo a los periodistas el lunes.
“Lo que más nos preocupa… es la capacidad que la pandilla] tiene ahora para construir elementos de manera casera”, tuiteó Carrillo después de la explosión, refiriéndose a los explosivos utilizados en el acto. “Estamos investigando cómo están llegando a estas capacidades para cometer actos de barbarie”.
El incidente es el más mortífero hasta ahora en un dramático aumento de ataques con bomba en el país con 145 en lo que va del año, la mitad de los cuales ocurrieron en Guayaquil, según cifras del gobierno.
“Las bandas criminales se han convertido en un gobierno dentro de un gobierno en Ecuador”, escribió la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, en una carta abierta publicada en Twitter a Lasso, quien asumió la presidencia el año pasado.
“Hemos sido testigos de ahorcamientos en puentes, asesinatos planeados en motocicletas, violaciones en centros comerciales y autobuses escolares”, escribió. “Extorsión cobrada a comerciantes inocentes y la muerte de más de una docena de niños víctimas de balas perdidas”.
“Un presidente es el protector de su pueblo pero hasta ahora no hemos visto un solo paso seguro para combatir el crimen”, continúa la carta. “¿Quién manda aquí, el crimen organizado o un gobierno esclavizado?”
En Twitter, Lasso respondió que el enemigo era “el narcoterrorismo… no el gobierno”, y agregó que “en los países que han vivido estas dolorosas experiencias, las autoridades actúan unidas y no divididas”. Sin embargo, se ha enfrentado a crecientes críticas ya que la creciente violencia no muestra signos de disminuir.
Guayaquil fue una de las 50 ciudades más violentas del mundo en 2021, según Insight Crime, un grupo de expertos. Es la primera vez que una ciudad ecuatoriana aparece en la lista