Hoy vamos a explorarnos, a conocernos, a descubrirnos, vamos a invertir más tiempo dentro y menos fuera, cada vez que damos una mirada adentro de nuestro ser descubrimos que somos mucho más que este cuerpo físico, que somos parte de todo y todo es parte de nosotros.
Somos ángeles y demonios… Somos luz y oscuridad…Somos la energía resplandeciente del amanecer y el misterio silencioso de la puesta del sol, Somos la humedad de la tierra y la belleza de las flores, somos el cosmos, las estrellas, las constelaciones y todos los planetas, somos esa sonrisa que damos y la calidez con que otro la recibe, Somos un portal de energía que fluye por nuestro ser manteniéndose siempre en constante movimiento como las olas del océano que sube, baja, fluye, se estanca, vienen y se va, Siempre estamos en contante movimiento, en contante vibración.
Vibramos según nuestro estado de conciencia y nuestro nivel emocional.
Atraemos hacia nosotros todo aquello que en este momento este vibrando en igualdad.
Todo lo que llega a nosotros, llega por Reciprocidad nada está creado a la suerte, la casualidad son inexistente, lo que vibramos es lo que atraemos, lo que recibimos es lo que damos, lo que comunicamos es lo que declaramos, y lo que declaramos es lo que manifestamos en nuestro Día a Día.
Cada acto, cada pensamiento, cada palabra, impacta directamente en nuestro entorno, seamos o no conscientes de eso, cada experiencia vivida nos deja una enseñanza, cuando logramos aprenderla avanzamos, cuando nos negamos a la misma, quedándonos afuera en un papel de víctima en busca de culpables o responsables la enseñanza se vuelve a repetir, volvemos a empezar una y otra vez, con nuevos rostros, nuevos escenarios, nueva acción, pero siempre con la misma lección.
Hay determinadas situaciones que no dependen de nosotros, situaciones, que no podemos evitar, pero siempre podemos elegir la forma en que reaccionamos a ellas, como nos identificamos, que nos muestras de nosotros mismo y como nos están reflejando el estado emocional de nuestro interior, ellas siempre tendrán algo que mostrarnos, algo que enseñarnos, algo que debemos perdonar, algo que sanar, algo que transmutar y la verdad que Duele quitarse la venda, aceptar nuestra verdad Mirarnos en el reflejo de la vida atrevernos a observarnos profundamente en nuestro interior y Dejar caer el velo que nos cubre es el paso más importante de nuestra existencia, es un paso que está lleno de valentía y un inmenso Amor por nuestro ser, pero a su vez hay que reconocer que es el que más ignoramos, el más difícil de enfrentar, cuesta mucho porque debemos desprendernos de todo lo conocido, soltar en su totalidad nuestro Ego, vivir como un libro abierto a la vida sus cambios. estar dispuesto a morir y renacer a cada instante, en todo momento y en todo lugar, animarnos a cruzar el umbral donde nacen a cada instante los nuevos comienzos.
Miremos hacia dentro…Reconozcamos que Somos más que un cuerpo, somos alma, somos espíritu, y mucho más, pero nos olvidamos de lo que realmente somos y nos dejamos llevar por el plano terrenal.
Nos volvemos esclavos de nuestras emociones y dejamos todo a merced de nuestros bajos instintos, entonces, el alma sufre, el cuerpo enferma, y nos alejamos de nuestro espíritu.
Nos negamos a nosotros mismos alimentando con nuestro despreció un inmenso vacío que nos lleva a buscarnos dónde nunca nos vamos a encontrar…Pero si despertamos, nos hacemos consciente, responsable de nuestro ser, presente en el aquí y ahora nos volvemos uno con esa fuerza superior que nos guía y siempre nos envía señales para que nos demos cuenta de lo que ocurre, para que dejemos de mirar hacia los costados, para que prestemos atención a lo que estamos haciendo, en lo que nos estamos convirtiendo y lo que hay que sanar, pero nos negamos a ver y nos sumergimos en nuestros propios miedos, incertidumbre, caos, mentiras, dolor y entonces lo que llevamos adentro se hace presente en él afuera, en quienes nos rodean y en las experiencias que nos toca vivir, por ese motivo cuando cambiamos por dentro, esos cambios se reflejan en nuestra realidad.
Recuerda siempre: Todo está conectado, nada nos pasa por casualidad.
Con Amor: Dariela Cabral