La Real Academia Española (RAE) tiene tres acepciones para el término motivación:
- Acción y efecto de motivar.
- Motivo (causa)
- Conjunto de factores internos o externos que determinan en parte de las acciones de una persona.
De las definiciones anteriores la última es la más amplia, la motivación tiene que ver con la acción. La diferencia está en qué provoca tal acción ya que puede ser de origen externo o interno.
Ahora bien según la Asociación Americana de Psicología (APA, siglas en inglés)
“La motivación es el ímpetu que da un propósito o dirección el comportamiento que dirige a una persona nivel consciente o inconsciente”. Tiene una función importante entre las fuerzas de motivadores internos y los factores externos siendo estos últimos los responsables de provocar desánimo o desaliento. Es justo en este momento donde entra en juego la fuerza de voluntad.
¿Qué es la fuerza de voluntad?
La fuerza de voluntad es ese impulso interno esa capacidad que nos ayuda a tomar decisiones y acciones a pesar de encontrar obstáculos que nos impidan conseguir una meta deseada.
La fuerza de voluntad es una herramienta potente que podemos aprender y desarrollar. Entrenarla es fundamental para el logro de objetivos.
Es posible que estés preguntando cómo se puede mejorar la fuerza de voluntad aquí te comparto algunas estrategias:
- Proponte tener una actitud proactiva.
- Repitete querer es poder.
- Prepárate
- Clarifica y regula tus emociones.
- Adopta un enfoque positivo.
- Ve paso a paso.
Finalmente estoy planteando que la motivación tiene que ver con la fuerza de voluntad y la tolerancia a la frustración.
Qué la motivación inicial puede variar a lo largo de un proceso y será la fuerza de voluntad la responsable de no abandonar.
Sin ésta es probable que lo deseado y planificado no se convierta en una realidad.
Carmen Pimentel Mtr.
3/5/2024