La época navideña, aunque es la más alegre del año, se ve marcada con la tristeza por la proliferación de los fuegos artificiales.Las fábricas clandestinas, que operan inescrupulosos irresponsables, actúan sin consciencia, causando muertes y lecciones permanentes en la población nacional.
Sobre todo en nochebuena, navidad, año nuevo, reyes y otras épocas del año, dónde se lanzan en escenarios que frecuentan decenas, y hasta centenares de personas.
Lo preocupante, es que a pesar de las advertencias que se hacen, desde los diferentes medios, los dueños y administradores de colmados y supermercados, siguen como la materia fecal, sin cabeza, comprando está bomba de tiempo.Es tiempo, que las autoridades competentes inicien una batida nacional, dónde se recojan éstos fuegos artificiales clandestinos, los cuales constituyen un peligro público para la población dominicana.
El prestar atención a tiempo a ésta denuncia, debe ser parte del cambio.No esperemos que ocurran desgracias para poner el antídoto, recordemos, que el mal con tiempo tiene cura.