“Gracias Dios mío, a todo el equipo de Ferrari, a todos mis fanáticos, esto es de ustedes”, comentó con notable emoción mientras le quitaba la túnica que cubría el exquisito convertible.
A Maluma se le erizó la piel de la emoción de tener su vehículo soñado.
“A soñar muchachos, a soñar, que los límites están en la cabeza”, comentó mientras prendía por primera el lujoso carro.